Se enfrenta problemas como la falta de cumplimiento de las normativas laborales, lo que puede generar conflictos con los empleados, sanciones legales y demandas laborales. Esto puede incluir incumplimientos en temas de salarios, jornadas de trabajo, prestaciones y condiciones de seguridad laboral, lo que da lugar a quejas formales o demandas colectivas. La insatisfacción y desmotivación del personal se incrementa cuando no se respetan sus derechos, lo que afecta la productividad y la retención del talento. Además, la empresa puede sufrir inspecciones y auditorías laborales que, de no superarse, resultan en multas significativas y daño reputacional. Una gestión deficiente en esta subárea también genera un clima laboral negativo y una alta rotación de empleados, lo que afecta tanto el desempeño operativo como los costos relacionados con la gestión de recursos humanos.