Se presentan inconsistencias y duplicación de datos, lo que afecta la calidad de la información disponible para la toma de decisiones. La falta de organización adecuada de los datos dificulta el acceso rápido y preciso a la información, lo que ralentiza los procesos y genera errores en los análisis. También pueden surgir problemas de seguridad y privacidad, ya que los datos no se almacenan ni se protegen de manera eficiente, exponiendo a la organización a posibles violaciones de datos. Además, la incapacidad para gestionar grandes volúmenes de datos afecta la eficiencia de los sistemas y dificulta la implementación de herramientas avanzadas como el análisis predictivo o el Big Data. Esto repercute en la toma de decisiones poco informada y en una menor capacidad para identificar oportunidades o riesgos en el negocio.
