La empresa vive problemas como la falta de previsión y respuesta ante interrupciones en la cadena de suministro, lo que puede resultar en retrasos, fallas en la entrega de productos o incluso paralización de operaciones. La incapacidad de identificar y mitigar riesgos, como desastres naturales, problemas con proveedores, fluctuaciones de precios o fallos de transporte, aumenta la vulnerabilidad de la empresa frente a eventos inesperados. Esto puede generar costos adicionales no previstos, como multas por incumplimiento de contratos o gastos de emergencia para resolver problemas logísticos. Además, la falta de gestión adecuada de los riesgos logísticos afecta la satisfacción del cliente, debido a entregas tardías o productos no disponibles, lo que daña la reputación de la empresa. A largo plazo, la falta de un plan de gestión de riesgos logísticos puede impactar negativamente la eficiencia operativa, incrementar los costos y reducir la competitividad de la empresa en el mercado.