La empresa experimenta acuerdos comerciales desfavorables que impactan los márgenes de ganancia y la rentabilidad. Los vendedores pueden ofrecer descuentos excesivos o comprometerse a términos poco beneficiosos para cerrar acuerdos, lo que debilita la posición competitiva de la empresa. Además, una mala negociación puede crear tensiones con los clientes o proveedores, afectando las relaciones a largo plazo. La falta de habilidades en negociación también puede resultar en ciclos de venta prolongados, pérdidas de oportunidades comerciales y una percepción de falta de profesionalismo en la empresa.