Se presentan problemas como baja calidad en los productos, desperdicio de materiales, tiempos de producción prolongados, ineficiencia en el uso de recursos, y cuellos de botella en la línea de producción. Esto lleva a incumplimiento de plazos de entrega, aumento en los costos operativos, sobrecarga en las líneas de trabajo y baja moral del personal. Además, la falta de control en la producción puede generar inventarios desbalanceados, exceso de productos defectuosos y una incapacidad para adaptarse a cambios en la demanda.