La empresa tiene problemas como la falta de control y seguimiento sobre el flujo de productos, lo que puede resultar en errores en las entregas, envíos a destinos incorrectos o productos defectuosos que no se pueden identificar ni retirar rápidamente. La ausencia de un sistema de trazabilidad eficiente genera dificultades para localizar productos en la cadena de suministro, lo que afecta la capacidad de reaccionar ante problemas como lotes defectuosos, incumplimiento de normativas o requerimientos de retiro de mercado. Esto provoca pérdida de confianza por parte de los clientes, quienes no reciben información clara sobre el estado de sus productos. Además, la falta de trazabilidad adecuada puede dar lugar a mayores costos operativos, ya que se requiere más tiempo y recursos para solucionar problemas que podrían haberse evitado con un sistema de seguimiento eficiente. A nivel de cumplimiento, la empresa puede enfrentarse a sanciones regulatorias si no puede demostrar el control adecuado sobre la cadena de suministro.